domingo, 15 de diciembre de 2013

Guido... Mi novio y mi vida por algunos meses

Guido era el tan conocido "primo de manu".
Nuestra historia es un tanto rara, a algunos les va a resultar linda.
Todo empezó los primeros días de febrero. Operaron a mi mejor amigo, Manu.
Fuimos con Cristian y Peti a verlo al hospital unos días después de la operación.
Entramos y estuvimos con Manu un tiempo. En ese tiempo su mamá dijo "Mañana viene el primo de Manu desde Tandil, esta eufórico, no aguanta más a venir". 
En mi cabeza rebotaba un constante "Primo de Manu, Primo de Manu, Primo de Manu". ¿Qué primo sería? conocía a algunos.
Habrá pasado eso de una semana, y yo tenía planeado ir a la casa de mi mejor amiga Camila (del Instituto Concordia) a dormir. La mañana del sábado en que iba a ir a la casa de Cami, me llegó un mensaje de Whats App de Cristian. 
"A las 4 te paso a buscar para ir a lo de Manu, vamos con Peti"
Ese día me dolía muchísimo la cabeza. ¿Otra vez ir al hospital? ¿De nuevo una hora de viaje? Era enfermizo. Le mandé un mensaje a mi mamá, preguntandole que hacer, si ir o no. 
"Es tu amigo, tenes que ir, vas a quedar re mal si no"
Eso implicaba que tenía que ir si o si. Quisiera o no iba a tener que ir a ver a Manu al hospital.
Me bañé en la bañera, intentando relajarme, y que se me pase el dolor de cabeza. Era dificil, me sentía MUY mal. Pasaron las horas y se hicieron las 4. Esperé a que viniera Cristian y nos fuimos. 
  Al ver que no habíamos tomado el camino de siempre le pregunté a su mamá: ¿No ibamos al hospital? 
Resultó ser que Manuel ya estaba en su casa. Mejor. Eran 5 minutos de mi casa a la suya. 
Llegamos. Saludé a Manuel, a su mamá, a su papá y a su hermano menor. Nos pusimos a jugar a la play. 
En esta parte es importante describir precisamente como era la casa de Manu y las ubicaciones en las que nos sentamos, asique para ahorrarme escribir, hice una especie de "plano". (Cabe aclarar que la casa de Manu no es muy grande)
Estabamos ubicados como muestra en el "plano". 
Tocaron la puerta (de entrada). Y Cristian dijo algo asi como "no hay nadie". 
"Debe ser Guido" Dijo Manu. 
"¿Abro?" Pregunté yo. Me afirmó con la cabeza la mamá de Manu. 
Cuando abrí la puerta, me encontré con él. Con Guido. Con "el primo de Manu". Un chico alto, con el pelo castaño claro, algo asi como el mio, y ojos muy oscuros. Me había enamorado de alguien que no conocía. ¿Qué me estaba pasando?
Primero saludo a su primo. Después a Cristian, a Peti y por último a mi. Yo estaba parandome para darle un beso en la mejilla, como cualquier persona normal, cuando el me extiende la mano y me dice "¿qué tal?".
¿Qué tal? ¿Darme la mano? ¿Qué clase de persona hace eso hoy en día? No era normal. 
No sé que cara habré puesto cuando me extendió la mano, pero seguramente fue una mezcla entre desilusión y sorpresa. 
Nos pusimos a jugar al PES. (Un juego de fútbol). Guido se había ido a la PC2 con el hermanito de Manu. Nos ofreció galletitas que había traído, yo le dije que no quería y le agradecí. A decir verdad soy muy buena en los juegos, pero el PES es mi punto débil. Soy MUY mala. La cosa es que metí gol en contra jugando con el Barça y usando a Messi. (Si, me gusta muchísimo el fútbol, creo que vale aclararlo). Todos se empezaron a reir. Por alguna razón la cancha del juego estaba vacía, y Guido, no tardó en encontrarle la razón: "Sos tan mala que se fueron todos de la cancha". Yo me reía y a la vez pensaba "¿Así es como se trata a una chica? ¿No podía decirme algo más alentador?"
 Peti se había ido a la PC1, la que es de Manu. Me cansé de jugar me fui con el. Nos pusimos a jugar al Happy Wheels. De repente vino Guido y dijo: "Uy, ese juego es malísimo. ¿Tan mal elegis los juegos?"

Pero es que era el colmo. ¿Por qué era así conmigo?
Los padres de Manu se fueron y me dejaron a cargo. Si Manu necesitaba algo era mi responsabilidad.
"Mili, ¿me servis jugo?" Me pidió. 

Mierda. No sabía nisiquiera en donde estaba parada como para saber donde estaba el bendito jugo.
Pregunté donde estaba y se empezaron a reir. "¡En la heladera!¿Dónde va a estar si no?" .
No me había dado cuenta de que la cocina estaba atrás mio. Tomé un vaso y una botella con jugo. 
Se lo dí y luego me vinieron a buscar. Me fuí a mi casa para luego ir a la casa de Cami y contarle lo sucedido.
"Siento que es perfecto. Me desconecté del mundo cuando lo vi. Es muy lindo, muy perfecto... creo que estoy enamorada de el"
Y era verdad. Yo estaba enamorada de el. Más tarde hablamos con Cristian y el dijo que Guido  había preguntado por mi. Como me llamaba, cuantos años tenia, etc. Al saber eso mi corazón se aceleró y pensé que quizás había una oportunidad. Le pedí a Cristian el Facebook de Guido, si es que tenía. Y me dijo que no. "Linda suerte" Pensé.Le pedí alguna manera de comunicarme con el, y dijo que esperara. Guido vivía en Tandil, y le pregunté a Cristian si seguía en Buenos Aires, pero lamentablemente no era así.  Y dicho y hecho. Pasaron dos días y en Skype tenía una solicitud de LagWarrior: "Che mili, aceptame asi jugamos mine"
Y con Mine se refería a Minecraft. Un juego que siempre me gustó. Es gracioso porque todavía tengo nuestra primera conversación:

 Es difícil ordenar las imágenes acá. Jajajajajaj.
Bueno, esa fue nuestra primera conversación. Los días empezaron a pasar y hablar con el se había vuelto una actividad diaria. Todos los días hablabamos, y cada vez nos hacíamos mas amigos. Guido me había contado que le gustaba una chica llamada Julieta. Al contarme eso mi mundo se derrumbó, sentí que no tenía oportunidades de nada. 
Un día conocí a un chico llamado "Lucas". Empezamos a hablar y nos hicimos muy amigos, eramos prácticamente iguales. Teníamos los mismos gustos. ¿Adivinen qué? Me había empezado a gustar. En mi cabeza era un constante
¿Lucas o Guido? ¿Guido o Lucas? 
Tenía claro que a Guido le gustaba "July" como le decía el. Y si le gustaba July... no podía hacer mucho. Asique me decidí por Lucas. Le dije que me gustaba, y que había sido dificil saber si realmente lo hacía o no. 
Entre Guido y Lucas (cabe aclarar) siempre hubo una cierta competencia. Guido estaba celoso de Lucas y Lucas de Guido. 
Pasaron los días y me puse de novia con Lucas. Guido me tiraba indirectas de que estaba celoso, y que no quería que Lucas estuviera conmigo. 
Comencé a leer la cuenta de Twitter de Lucas, y me di cuenta, de que estaba saliendo con alguien más. Genial, ¿eh?.
Le comenté a Guido esto, y me dijo que lo deje. Y como el era mi mejor amigo, y muy por dentro estaba enamorada de el, le hice caso. 
En el colegio era nueva, y de alguna forma u otra, nadie me conocía. Tenía amigas pero no eran amigas que se asemejaban a lo que eran MIS amigos. (Y digo mis porque todavía creía tener posesión de las personas. En realidad es algo que todavía pienso, pero se que no es asi). Una mañana conocí a un chico llamado Facundo. Yo lo veía como un chico lindo, no hermoso, pero lindo.  Los días pasaron y un amigo de el vino a decirme "Mili, Facundo quiere un beso con vos ¿te animas?". ¡Adelante! Pensé yo. La idea era darle el beso el miércoles, pero no se pudo. Asi que el jueves (día que yo tenía que quedarme a comer en el colegio, y no comer necesariamente comida) nos dimos "el primer beso". Siempre pensé "Es un beso, y nada más, no va a pasar nada más que un beso". Llegué, emocionada a mi casa y por Skype le conté lo sucedido a Guido. El me confesó su envidia hacia el y yo, a decir verdad, todavía no entendía por qué. 
Yo: No entiendo porqué te pones celoso, si a vos te gusta July
Él: Es que ya no me gusta July, ahora me gusta otra chica
Yo: ¡Ay! ¡Contame! ¡Quiero sabeer!
Él: Bueno. A esta chica le gusta el futbol y jugar a la play

Yo: ¡Que grosa!¡Tiene mis mismos gustos!
(Si, era media tonta. Bah, lo sigo siendo. Pero en ese momento podría haberme dado cuenta de que hablaba de mi)
Él: Tiene ojos verdes, y tiene una buena delantera
(Si por algo me caracterizaban mis amigos, era por tener mucho de adelante, y no es alardeo, creo que para tener en ese momento 13 -es que ahora tengo 14, soy grande (?- era anormal)
Yo: Ay... no. Guido ¿por qué?
Él: Es que... no. No sé. Yo sabía que no te iba a gustar esto. Yo te amo así, perdón.
Yo: No, no pidas perdón, no tengo nada que perdonarte.  
Él: Bueno, ya está, no tengo más secretos que contarte, sabes el más importante
Yo: ¿Desde cuánto?
Él: Desde que entré por esa puerta. 
Yo: Ah. Bueno, perdón por interponerme entre vos y July
Él: Desde que entré por esa puerta nunca más volví a pensar en Julieta.
(Conste que todo esto lo estoy sacando de mi Facebook)
Guido y yo nos habíamos peleado con Manu. Había perdido a mi mejor amigo. (Algo que me olvidé de decir es que Manu gustaba de mi desde 2do grado, hasta 1er año). En ese momento creí estar loca, creí que me estaba volviendo loca. Durante toda nuestra relación con Guido, esa fue la vez en que más unidos estuvimos. Eramos nosotros dos contra todos. Si yo no lo tenía, se me derrumbaba el mundo. Y siguió siendo asi por muchísimos meses más. 
Fines de marzo, principios de abril. Había sacado la conclusión de que estaba enamorada de Guido. Pero no iba a cometer el error de decírselo por Skype ni por Facebook (el usaba el Facebook de un amigo. Mientras yo estaba desde el celular, hablabamos por ahí) . Terminamos de hablar por Skype a eso de las 2 de la mañana y le pedí que me llamara por teléfono. (Las llamadas por teléfono eran como nuestros momentos privados. Durante nuestra relación como amigos el me llamaba todas las noches. Durante novios, había días en que me llamaba en la semana, pero siempre me llamaba los domingos)
Me llamó. Le dije que tenía algo importante que decirle. No podía. Me resultaba demasiado defícil decirselo. 
Yo: No puedo, no me sale decirtelo
Él: Bueno, entonces tirame pistas
Yo: Se trata de nosotros dos
(Voy a resumir esta parte porque en realidad se hizo muy extensa)
Él: Querés ser mi novia, que se yo
Yo: Algo parecido
Él: Gustas de mi, volviste con Lucas, no se Mili
Yo: ¡Hasta que caíste!
Él:¿Qué?
Yo: Guido.. gusto de vos
En ese momento el (increíblemente) se largó a llorar. Yo no aguantaba la risa, porque era cómo Emmm... ¿desde cuándo un chico llora porque una chica gusta de el? Guido siempre fue un chico que lloraba por muchas cosas, lloraba aún más que yo.
Todo ese tiempo fuímos muy felices. ¡El 19 de abril iba a venir a Buenos Aires!¡Por fin lo iba a ver!
Quedamos en encontrarnos en una esquina. Fui con mi mamá y el con su papá. Llegué a la esquina, colorada. El ya estaba ahí. ¡Era el! ¡Después de dos meses lo volvía a ver!
Me abrazó y lo abracé. ¡Por fin estábamos juntos!
Fuímos caminando a mi casa. Entramos y nosotros dos nos fuimos a la terraza (que por cierto es mi lugar preferido de la casa). Nos sentamos en el piso y yo le mostré unas cosas del celular. (Era de noche, 7:30 hs en abril, ya estaba oscuro) por ende no se veía mucho, había una sola luz. 
Él: Que lindos ojos que tenes Mili.
Yo: Pero no se ve el color, no hay luz
Él: No te hace falta luz, ya brillás sola.
Este momento fue simplemente hermoso. Lo miré y nos dimos un beso. A la mitad del beso el paró y me preguntó: 
"Mili, ¿querés ser mi novia?"
Yo no le respondí. Bueno, si le respondí, con un beso. 
"¿Puedo tomar eso como un sí?"
"Eso es un obvio". 
2 días después el volvió a Tandil. 19/4/13 fue y va a ser una fecha que voy a recordar toda la vida. 
Durante todo este tiempo, yo me seguía viendo con mis amigos (Cristian, Manu -con quien me había arreglado- Nico, Peti, y tenía 3 nuevos amigos: Lautaro, Aaron y Agustin)
Los dos primeros meses de relación de novios con Guido, fue hermosa. Todos los días hablábamos, nos contabamos cosas, y era todo genial. Pero en el transcurso del 3er mes, empezaron a pasar cosas:
Lautaro. Quien dije anteriormente que iba a marcar mucho en mi vida, apareció. Si bien lo conocía hace mucho, no hablábamos demasiado. Ahora sí. Nos hablábamos mucho más de lo que quizás deberíamos haber hecho. No sabíamos que teníamos "la química perfecta". 
Cuando con mis amigos salíamos a cualquier lado, yo estaba abrazada a Lautaro, andábamos de la mano, y actuábamos como si fuésemos novios. Un día hicimos un pacto: "Cuando yo corte con Guido(cosa que en ese momento me parecía imposible) vamos a estar juntos". Lo juramos y fuimos felices por mucho tiempo. 
Con Guido comenzaban las peleas. Cada vez más seguidas y cada vez más agotadoras. "A la noche te llamo y solucionamos las cosas". Eso era lo que hacíamos siempre para volver a estar bien. 
Guido tuvo siempre esa manía de querer las cosas como a el le gustaban, Y yo, una chica que siempre tuvo problemas consigo misma. Yo siempre dije que soy gorda, y que soy fea. En pocas palabras, me odio a mi misma y me tiro para abajo. Y no es que lo haga por querer llamar la atención o por el simple hecho de que me digan "Ay pero sos linda" o "Ay pero sos flaca". No. Yo me creo así y si me dicen que soy linda voy a agradecer. La cuestión es que Guido siempre me quiso cambiar. Siempre quiso que yo me aceptara a mi misma como soy. Y mis cambios carecen mucho tiempo. MUCHO. Soy una persona que cuando se trata de cambiar, tiene su tiempo de transición entre una personalidad y otra. El no supo aceptar mi tiempo, pero ese no fue el motivo de nuestra pelea. 
Guido tenía mi contraseña de Facebook. Y yo por Facebook hablaba con Lautaro. Ahí estaba todo. Estaba el pacto, y todo lo que nos decíamos. (A decir verdad yo nunca creí haber hecho infiel a Guido, para mi lo que pasó con Lautaro no fue más que Mucho Cariño). Guido lo leyó. Intenté explicarle. Lautaro me dijo que si no se podía arreglar con Guido, iba a contarle todo lo que pasó entre nosotros.
Yo llamé a Guido y le pedí perdón, le expliqué de que se trataba todo eso, y me perdonó. Volvimos a la normalidad. Pero lo que yo no sabia es que nuestra relación estaba en crisis. Más de lo que muchas veces había estado. 
Lautaro le contó todo. TODO. De principio a fin todo lo que había pasado. Según el lo había hecho infiel. Yo estaba y estoy segura de no haberlo hecho. Es más, Lautaro mismo dijo "No lo hizo realmente, pero lo hizo con las acciones, ¿entendes?". No. Guido me preguntó millones de veces si era verdad que lo había hecho infiel, yo todas las veces le dije que no. Y fue así. Nunca lo hice infiel. Por más que en varias ocasiones lo hubiera hecho. Las veces que había deseado besar a Lautaro... Pero no es el punto.
19 de septiembre. Cumplíamos 5 meses. Me llamó por teléfono. Yo estaba con una de mis mejores amigas; Victoria. Ella estuvo presente en la llamada.
Él: Te doy la última oportunidad para que me digas que fue lo que pasó.
Yo: Ya te lo dije millones de veces, lo que pasó pasó, pero nunca te hice infiel
Él: Creí que no me ibas a mentir, Milagros.
Yo: Y nunca lo hice. Te mentiría si te dijera que realmente Lautaro tiene razón.
Él: *suspiro* Bueno Mili. No me queda otra. Pensé que iba  a poder creerte.
Mi mundo se estaba derrumbando, de nuevo. Había perdido mi felicidad. Era difícil sobrevivir siendo que mi felicidad se había ido con el. Yo estaba llorando a más no poder. Victoria me abrazaba y lloraba conmigo.
Él: Mili, después de mucho pensarlo, decidí que hoy voy a terminar nuestra relación.
Yo no respondí nada. Solamente lloraba.
Él: ¿Y? ¿No me vas a decir nada?
Yo:*totalmente irritada, entre sollozos* ¿¡Y qué querés que te diga!?¿¡Qué estoy felíz porque perdí a quien mas amé en mi puta vida!?¡Esta bien! ¡Ay! ¡Estoy re feliz! ¡Por fin te perdí! ¡Perdí mi felicidad!
Mi sarcasmo y mi tristeza era evidente. 
Él: Bueno... perdón Mili. Te amo. 
Y colgó. Yo estaba tirada en el piso, llorando como si estuviera a punto de morir. Y Victoria llorando conmigo, abrazada a mi. Yo sonreí y la miré:
¿Por qué lloras?
Porque me da tristeza. Se cuanto lo amabas. 
Intenté calmarme. Había cosas en el suelo asique ordenamos eso. Estaba caminando por al lado de mi cama cuando vi una foto de él y yo y me desvanecí en el suelo. Me largué a llorar de nuevo... (Y puedo decir que estoy llorando ahora también al recordar esto). Victoria ayudó a levantarme. Me senté en la cama y abracé una almohada. Seguía llorando. Ella se sentó al lado mío y me abrazó. Solo quería dormir, acabar con todo mi sufrimiento. Quería suicidarme, de nuevo. 
Victoria se quedó a dormir en mi casa ese día. Ella se durmió temprano y yo me quedé hablando por Whats App con una amiga. Me reconfortó mucho.Estuve llorando desde las 10 de la noche hasta las 2 de la mañana. 
A la mañana siguiente no quise desayunar. Al medio día tampoco quise almorzar. A la tarde no quería merendar. No quería comer. Solo quería dormir. No tenía apetito alguno. A la noche Victoria se fue. Mis padres al ver que no comía me obligaron a comer. Asique comí media milanesa. 
A la noche me puse a ver fotos de Guido y mías. Me largué a llorar. Me miré al espejo y me desvancí... te nuevo. Arrastrándome fui hasta mi cama. No podía más. No quería seguir más. Quería morirme. O quizás lo quería a el. Quería morirme con el. Quería estar con el y con nadie más. El era todo lo que yo quería. Quería mi final feliz con el. Pero no lo había conseguido. 
Al otro día fuimos a un shopping con mis 3 amigas: Victoria, Magalí y Javiera. Ese shopping se caracteriza por la cantidad de chicos lindos que hay. Fuimos. No comí absolutamente nada. Ningun chico me llamó la atención tampoco. Las chicas vinieron a dormir a mi casa. Estábamos en el auto de mi padre volviendo cuando se me vinieron los recuerdos a la mente. Estabamos a nada de llegar a mi casa. Había empezado a llorar y mi cabeza al parecer no pensaba hacerme parar de llorar. Cuando bajamos del auto y llegamos a mi casa las chicas me vieron. Me quedaron mirando. Fuimos rapido a mi cuarto y me abrazaron las 3. Me sentía bien. No me sentía sola. Pero todavía lo quería a el. Lo quería conmigo.
El domingo estuvimos juntas hasta el medio día. Luego se fueron a sus casas y yo me quedé sola, en casa. Durmiendo y llorando, para variar. Pensando en que quizás había una oportunidad más. Y dicho y hecho; pasaron los días y Guido me volvió a hablar. Dijo que me extrañaba y que quería volver. Pero como amigo. Y yo... yo no podía. No podía tenerlo como amigo viendo como todo lo que teníamos se deshizo a la nada. Pero después de mucho pensar acepté. No duramos ni 3 días como amigos que volvimos a salir. De nuevo peleas. ¿Cómo era posible? El 20 de octubre le pedí un tiempo. 5 días. Luego regresé el 27 y le pregunté que quería hacer.
"Nada de lo nuestro existió" "No tengo esperanzas en que podamos arreglar todo lo que pasó" "Ya no creo en lo nuestro" "Me enfermaste" "Nunca me hiciste feliz" "Sos una enferma psicológicamente" 
Lágrimas caían de mi cara. No quería llorar. Creí que no iba a hacerlo. Lo amaba. No estaba lista para hacerlo. Me había herido muchísimo. ¿Por qué? ¿Qué habia hecho yo? Yo había vuelto con las intenciones de arreglar las cosas, no de terminarlas. Pero tuve que hacerlo. 
Espero que seas felíz, Guido. No me olvides nunca. Te amo, hoy y siempre.
Un día entré a stalkearlo (revisar sus cosas). Encontré que había marcado como favorito una foto de una chica. Cerré el navegador. Apagué la computadora y me encerré en mi pieza, a llorar. ¿Por qué? ¿Por qué a mi? ¿Cuánto mal hice para pagar asi? 
Pero poco a poco lo superé. ¡Estaba bien! ¡Había conseguido olvidarlo! Después de mucho sufrir, luego de 2 meses lo había superado. 
El 22 de noviembre vino a Buenos Aires. Yo le dije que no estaba en casa, pero era mentira. Aún así el no se la creyó. Vino a mi casa y tuve que hablar con el. Dijo que me amaba, y que todavía seguía enamorado de mi. Pero no Guido. Era claro que no era así. Pude haberte creído en el momento. Pero ¿adivina qué? Vi tu Twitter. Y ahora te gustaba otra. No fueron más que puras mentiras. 
Hasta el día de hoy no volvimos a hablar. O al menos no como uno dice HABLAR. 
Lo amé como todavía no amé a nadie. Aún no consigo olvidarlo, pero no me deprime hablar de el, ni pensar en el. 

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